sábado, 19 de mayo de 2012

Algas, corales y amapolas


Me olvidé un vaso en la mesilla de las noches. Nació un alga. Podrían haber sido corales si al menos hubiese cambiado el agua pero incluso de eso me olvidé. Demasiada intensidad.

Viajo en autobús todos los días. Media hora a la ida y una vuelta que siempre parece interminable. Es el prosaico eterno retorno. Avanza el autobús entre campos que van cediendo su lugar al “paisaje” urbano y allí donde siempre crecían arbustos ahora solo veo amapolas. Demasiada intensidad.



1 comentario:

  1. Yo cada noche duermo abrazada a una Amapola... El súmmum se la felicidad!

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